Hola
a todos:
Después
de una temporada sin poder actualizar el blog por motivos laborales,
retomo la actividad con "nuevas energías" y actualizándolo con nuevos
temas. Voy a dedicar esta entrada a hablar sobre un concepto que nos
permite obtener ahorros interesantes en las facturas eléctricas sin
necesidad de realizar casi ningún tipo de inversión: la
optimización de la potencia contratada. Tal y como ya he explicado
en anteriores artículos, la facturación eléctrica se compone
principalmente por tres grandes bloques: potencia contratada, consumo
energético y impuestos y otros conceptos. En el presente artículo
se centrará sobre el primero de ellos.
El
término de potencia juega un papel muy importante en la factura
eléctrica de cualquier suministro. Supone aproximadamente la mitad
del coste total de la factura (aunque esto está variando
últimamente, hablaré de esto mas adelante en mayor profundidad),
y depende de la potencia que se tenga contratada. Esta potencia
contratada se debe de elegir en función de la potencia total
simultánea que el usuario estima que va a consumir en un momento
determinado.
Conceptualmente,
la existencia de una parte fija en la factura según la potencia
contratada supone que se paga una cantidad de dinero para cubrir los
costes fijos de la red eléctrica. Estos costes fijos cubren los
gastos necesarios para tener en todo momento garantizada la
posibilidad de consumir dicha potencia en cualquier momento. Para
ello es necesario que la red eléctrica esté permanentemente
operativa y tenga la capacidad de generación y transporte suficiente
para poder dar suministro a todas las instalaciones que se conectan a
ella en condiciones de seguridad y calidad.
A
continuación describiré como se calcula el término de potencia
para los distintos tipos de suministro, para luego explicar en
función de dicha estructura como elegir la potencia óptima y
calcular los ahorros generados.
CÁLCULO
DEL TÉRMINO DE POTENCIA EN FUNCIÓN DEL TIPO DE SUMINISTRO ELÉCTRICO
Según
el RD 1164/2001 del 26 de octubre,
por el que se establecen las tarifas de acceso a las redes de
transporte y distribución de energía eléctrica, las distintas
modalidades de suministro de energía son las siguientes:
- Tarifas de baja tensión (por debajo de 1 kV):
- Tarifa 2.0A: Tarifa simple, se puede aplicar a cualquier suministro con potencia contratada inferior a 15 kW.
- Tarifa 3.0A: Tarifa general, se aplica a cualquier otro suministro en baja tensión, por encima de 15 kW.
- Tarifas de alta tensión (por encima de 1 kV):
- Tarifa 3.1A: Tarifa específica de tres periodos para tensiones entre 1 y 36 kV, con potencias contratadas en todos los periodos igual o inferior a 450 kW. La particularidad de esta tarifa es que la potencia contratada en cada periodo siempre ha de ser mayor o igual a la potencia contratada en el periodo anterior, esto quiere decir que P1 ha de ser menor o igual que P2 y esta menor o igual que P3.
- Tarifa 6: Tarifas generales, con potencias contratadas superiores a 450 kW en cualquiera de los periodos tarifarios. Estas tarifas se diferencian por niveles de tensión, y están basadas en 6 periodos tarifarios que se dividen la totalidad de las horas anuales, de igual forma que en las tarifas 3.1A, para las tarifas de 6 periodos, la potencia en cada uno de ellos siempre ha de ser mayor o igual que el anterior.
Por
lo tanto en función de la magnitud de la instalación que necesita
el suministro eléctrico, se aplicará una tarifa u otra. Según la
tarifa elegida, habrán distintos periodos de facturación, que son
los siguientes:
- Modalidad de un periodo: Únicamente existe un periodo que cubre todas las horas anuales, por lo que únicamente hay una potencia contratada con un precio. Esta modalidad es la que suele aplicarse en viviendas y pequeños locales comerciales, con tarifa 2.0A.
- Modalidad de dos periodos: Se puede aplicar de forma voluntaria a los mismos suministros de un único periodo (tarifas 2.0A) que se acojan a la discriminación horaria. La duración de cada periodo será la siguiente:
Tabla
1: Distribución horaria para facturación con dos periodos. (Fuente:
Elaboración propia)
|
- Modalidad de tres periodos: Se aplica para los suministros en baja tensión de mas de 15 kW (tarifas 3.0A) y en alta tensión de menos de 450 kW (tarifas 3.1A). Los tres periodos: P1 – Punta, P2 – Llano y P3 – Valle tienen las siguientes distribuciones horarias:
Tabla
2: Distribución horaria para facturación con tres periodos.
(Fuente: Elaboración propia)
|
- Modalidad de seis periodos: Se aplica para los suministros de alta tensión de mas de 450 kW (tarifas 6). Los seis periodos (P1 a P6) cubren las 24 horas diarias de los 365 días del año. El reparto de los seis periodos se realiza en función del tipo de día, el tipo de mes y la ubicación geográfica del suministro (Península, Baleares, Canarias o Ceuta y Melilla). En la siguiente tabla se representa de forma gráfica la distribución para lo suministros en la Península:
Tabla
3: Distribución horaria para facturación con seis periodos.
(Fuente: Elaboración propia)
|
Una
vez explicado como se estructuran las tarifas eléctricas, y los
periodos de facturación, pasaré a explicar como interviene la
potencia contratada en la factura eléctrica, que depende de estos
dos conceptos: tarifa de acceso y periodos de facturación.
En
el suministro eléctrico se debe de elegir una potencia contratada
para cada uno de los periodos de facturación considerados, y el
término de potencia será el resultante de multiplicar para cada
periodo de facturación la potencia a facturar (en kW) por el precio
establecido (en €/kW año). Por lo tanto, en función del momento
del día, el precio del término de potencia será distinto, según
las horas de mayor o menor demanda, facturándose cada mes la doceava
parte del coste anual.
Ahora
bien, el punto clave de la cuestión es determinar cual es la
potencia a facturar para cada periodo, que según la tarifa puede
depender de la potencia realmente demandada. Esto se hace utilizando
los siguientes equipos de control en función de las tarifas de
acceso:
- Para tarifas 2.0A, la potencia se controla mediante interruptores de control de potencia (ICP), que están regulados para cortar el suministro de la instalación cuando la intensidad que circula por ellos es superior a la intensidad correspondiente a la potencia contratada. Si se tiene contratado el suministro con discriminación horaria (2 periodos), el ICP se tasa a la potencia del primer periodo, que es el diurno (punta-llano).
- Para tarifas 3.0A y 3.1A, la potencia demandada se controla mediante maxímetros (cuyas funciones están incorporadas en los nuevos contadores electrónicos). Estos son equipos que registran las potencias cuartohorarias máximas de los tres periodos de facturación (punta, llano y valle). Esto quiere decir que si hay un pico de consumo muy puntual de unos pocos minutos, pero el resto de los 15 minutos el consumo es bajo, la potencia cuartohoraria de ese periodo no será la del pico, sino el valor promediado. Por lo tanto, en este tipo de tarifas, tenemos que el maxímetro refleja cual es el valor cuartohorario maximo de todo el mes, y en función de la relación entre ese valor y la potencia contratada se calculará la potencia a facturar siguiendo las siguientes reglas:
- Si la potencia medida en los maxímetros es inferior al 85% de la potencia contratada, se factura el 85% de la potencia contratada. De esta forma, existe una ligera “compensación” si se consume menos potencia que la contratada (pero únicamente de un 15% menos).
- Si la potencia medida en los maxímetros está entre el 85% y el 105% de la potencia contratada, se factura la potencia medida en los maximetros. En este caso, permite un exceso del 5% sobre la potencia contratada sin ningún tipo de penalización.
- Si la potencia medida en los maxímetros es superior al 105% de la potencia contratada, se factura la potencia medida en los maxímetros mas el doble de la diferencia entre la potencia medida y el 105% de la potencia contratada. En este caso, se aplica una penalización únicamente sobre lo que pase del 5% de la potencia contratada.
- Se puede ver que con esta modalidad de facturación, únicamente hay que tener un exceso de potencia superior al 105% de la potencia contratada en un cuarto de hora, para que se aplique la penalización de potencia durante todo el mes.
- Para las tarifas 6, la potencia se controla igualmente con las medidas cuartohorarias proporcionadas por los maxímetros, pero la facturación de las potencias se hace de forma distinta:
- Por un lado, se factura la potencia contratada para cada periodo, esta opción no permite una reducción de este término si se consume menos que lo que se contrata (como si que pasa en las tarifas 3.0 y 3.1).
- Por otro lado, en el caso de que hayan momentos en los que la potencia consumida exceda a la potencia contratada, se facturarán por separado los excesos de potencia de la siguiente manera:
Fórmula
1: Cálculo de los excesos de potencia en tarifas de 6 periodos.
(Fuente: RD 1164-2001)
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- Donde el término Ki es un factor que tiene los siguientes valores según el periodo de facturación:
Tabla 4: Valores del término Ki para facturación de excesos de potencia en tarifas de 6 periodos. (Fuente: RD 1164-2001)
|
- Y donde el término Aei representa a los excesos de potencia de todos los periodos cuartohorarios en los que se hayan producido. Se calcula con la siguiente fórmula:
Fórmula
2: Cálculo del término Aei para los excesos de potencia en tarifas
de 6 periodos. (Fuente: RD 1164-2001)
|
- Pdj es la potencia demandada en cada periodo cuartohorario en el que se haya pasado la potencia contratada y Pci es la potencia contratada.
En
este punto, considero interesante hacer una pequeña aclaración del
término de medida cuartohoraria de potencia. El maxímetro (o
el contador electrónico), está continuamente realizando medidas de
potencia instantánea, generalmente cada minuto, durante las 24 horas
del día. En las instalaciones eléctricas (tanto domésticas, como
tericiarias e industriales) se pueden producir picos de demanda muy
puntuales, como por ejemplo los debidos al arranque de grandes
motores, o al encendido de algunos equipos, en los que se generan
sobrecorrientes varias veces superiores a las nominales. Estos picos
de demanda pueden producirse durante periodos de tiempo muy cortos
(inferiores a un segundo en algunos casos). Es por esto, que para de
alguna forma “amortiguar” el efecto de estos picos sobre la
potencia a facturar se utiliza el concepto de potencia cuartohoraria.
De esta forma, si el maxímetro, tal y como he mencionado antes,
realiza mediciones de potencia simultánea cada minuto, integra cada
15 medidas en una sola que tendrá el “valor promedio” de las 15
medidas.
Aún
con esa integración de medidas instantáneas, hay que tener en
cuenta, que una medida cuartohoraria representa un valor de
resolución relativamente muy preciso si se analizan los periodos de
facturación mensuales. Esto es debido a que una hora tiene 4
periodos cuartohorarios, un día 96 y un mes de 30 días tiene un
total de 2.880 periodos cuartohorarios. De ahí se obtiene la
conclusión de que cuanto menos picos de consumo puntuales (o mas se
aplane la curva de demanda), menos haya que pagar por excesos de
potencia.
OPTIMIZACIÓN
DE LA POTENCIA CONTRATADA EN UN SUMINISTRO EXISTENTE
Después
de haber sentado las bases de como afecta la potencia contratada a la
facturación energética, pasaré a explicar algunos métodos para
optimizar la potencia contratada. Esto básicamente se reduce a una
cosa, saber cual es el comportamiento real de la instalación (en lo
referente a potencias demandadas reales) para establecer una potencia
contratada lo mas cercana posible a ese punto.
Ya
que la potencia demandada se controla de cara a la facturación de
dos formas: mediante ICP y mediante maxímetros, desarrollaré formas
de obtener la potencia óptima, que nos permitirán reducirla o
aumentarla para obtener ahorros sin necesidad de realizar
prácticamente ninguna inversión.
SUMINISTROS
CON INTERRUPTOR DE CONTROL DE POTENCIA (ICP)
En
este tipo de suministros, como ya he explicado, el término de
potencia es fijo, y siempre se paga lo mismo. No se puede consumir
mas potencia que la contratada, ya que el ICP corta el suministro
cuando esta potencia se sobrepasa. Por lo tanto, para saber si la
potencia contratada es la óptima hay que saber cual es la potencia
consumida real.
Para
saber cual es la potencia consumida real, es necesario realizar una
serie de mediciones in situ, ya que en las facturas no hay ningún
tipo de información que pueda ayudarnos (como se verá mas adelante
en los suministros con maxímetros). Una opción es instalar un
medidor de consumo eléctrico (ya hice un artículo en este mismo blog ampliando información sobre el tema).
Con
esta útil herramienta, se puede tener un control bastante detallado
de cual es la potencia instantánea consumida en cada momento (suelen
dar medidas cada minuto, igual que los contadores), y haciendo una
serie de cálculos se pueden obtener las curvas de demanda de
energía. En la siguiente imagen, he representado la curva de demanda
instantánea del pasado día 3 de enero, proporcionada por el medidor de consumo que tengo instalado en mi casa.
Gráfica
1: Curva de demanda instantánea. (Fuente: Elaboración propia)
|
Partiendo
de los datos obtenidos de dicha gráfica, y calculando los valores
promedio para cada 15 minutos, se puede obtener la curva de demanda
cuartohoraria, cuyos valores son los que se emplean para la
facturación de potencia en el caso de que se tengan maxímetros. A
continuación muestro la curva de demanda cuartohoraria
correspondiente al mismo día representado en la gráfica anterior.
Como se puede apreciar, la curva se ha estilizado, ya que ha pasado
de tener 1440 puntos en el eje de las abscisas (correspondiente a los
1440 minutos que tiene un día), a tener 96 puntos (los 96 cuartos de
hora que tiene un día).
Gráfica
2: Curva de demanda cuartohoraria. (Fuente: Elaboración propia)
|
Por
lo tanto, para este caso concreto, y suponiendo que esta curva fuera
representativa del comportamiento normal de la instalación (aunque
no lo es ya que es un día concreto, y el uso en una vivienda puede
ser muy variable de un día a otro y de una estación a otra) se
podría apreciar en la curva de carga cuartohoraria las siguientes
conclusiones:
- Durante el periodo nocturno y primeras horas de la mañana, la demanda de potencia ha oscilado en torno a los 170-200 W, lo cual se corresponde principalmente con el consumos constantes de una vivienda, como la nevera, el router y el stand by de los electrodomésticos.
- Durante el periodo diurno, la demanda se ha mantenido excepto en tres ocasiones en valores entre los 500-1.000W, lo cual nos da una idea de cual es el nivel de consumo normal a lo largo del día.
- En tres momentos puntuales, han habido picos de demanda, a las 14:00, a las 18:30 y a las 19:15 en los que se han demandado potencias de 1,86kW, 3,62kW y 3,48 kW. Estos picos de consumo serían los que condicionarían la potencia contratada para todo el periodo de facturación, ya que al no haber maxímetros, si se contratase una potencia de por ejemplo 1 kW (acorde al consumo durante la mayor parte del día), cuando se demandasen los 3kW pico, el ICP cortaría el suministro.
- Viendo la forma de la gráfica se puede apreciar que a priori, con el patrón de consumo actual, no parece interesante adoptar un suministro con discriminación horaria, ya que el grueso del consumo se realiza en horario diurno, siendo menor en horario nocturno (cuando la energía es mas barata). En este caso no es interesante, ya que se trata de una vivienda en la que hay actividad durante todo el día; si se tratase de una vivienda en la que todos sus ocupantes pasaran el día fuera de casa (en el trabajo o en clase por ejemplo) probablemente sí que resultaría interesante, ya que el grueso del consumo se daría mas en las horas de final de la tarde y nocturnas.
En
el caso de que no se disponga de un medidor de consumo eléctrico,
existe otra forma mas rudimentaria y menos precisa de saber cual es
la potencia consumida real de una instalación concreta, pero que
puede proporcionar una idea general de dicho valor. Para ello son
necesarias dos cosas:
- Conocimiento de la instalación, los aparatos consumidores de electricidad y cual es el patrón de uso real de la misma. Esto es, saber con la mayor precisión posible, cuales son los aparatos que son susceptibles de estar funcionando al mismo tiempo.
- Un polímetro o una pinza amperimétrica para medir la tensión y corriente consumida en bornes del cuadro general de baja tensión.
Voy
a ilustrar este procedimiento con un ejemplo. El pasado mes de enero,
realicé en la oficina de la empresa en la que estuve trabajando un
cálculo estimado de cual es la potencia óptima a contratar, ya que
se habían trasladado recientemente a un nuevo local y la potencia
que tenía contratada el anterior inquilino, que era de 8,05 kW
parecía excesiva.
Puesto
que la instalación no contaba con un medidor de consumo eléctrico,
se hicieron las mediciones con una pinza amperimétrica. La secuencia
de medidas y los resultados obtenidos fueron los siguientes:
En
primer lugar se abrió el cuadro general, y se realizaron medidas de
tensión y corriente en el interruptor de cabecera del cuadro y el
ICP, estando prácticamente todos los receptores de la oficina
apagados, únicamente estaban encendidos los que también lo están
cuando en la oficina no hay nadie, obteniendo los consumos mínimos
reales. Los resultados fueron:
- Tensión entre fase y neutro (la instalación es monofásica): 227,2V.
Imagen
1: Medida de tensión de la instalación. (Fuentes: Elaboración
propia - www.dabaringenieros.com– www.geniaglobal.com)
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- Corriente de fase y de neutro (al ser una instalación monofásica, por ambos conductores circula la misma corriente): 5,5 A.
Imagen
2: Medida de corriente con carga mínima de la instalación.
(Fuentes: Elaboración propia - www.dabaringenieros.com
– www.geniaglobal.com)
|
- Potencia total aproximada: 227,2V · 5,5 A = 1.249,6 VA.
- Hay que tener en cuenta que las pinzas amperimétricas miden corrientes aparentes, no activas; pero teniendo en cuenta que en la tarifa de acceso del suministro no se penaliza la reactiva, se puede suponer que la potencia mínima aparente y la activa, de cara a elegir la potencia contratada serán las mismas: 1,25 kW.
- Tensión entre la fase y el neutro: 227,2 V, debido a que la potencia de la oficina no es muy elevada, se supuso que la tensión en vació y en plena carga sería la misma.
- Corriente de fase: 21,7 A.
Imagen
3: Medida de corriente con carga máxima de la instalación.
(Fuentes: Elaboración propia - www.dabaringenieros.com
– www.geniaglobal.com)
|
- Potencia total aproximada: 227,2V · 21,7A = 4.930,24VA = 4,93 kW.
Por
lo tanto, según las mediciones realizadas, la potencia mínima es de
1,25 kW y la máxima de 4,93 kW, unos 3 kW menos que la potencia
contratada actual. Debido a que en suministros en baja tensión con
tarifa de acceso 2.0A el control de la potencia se hace con ICP's, y
estos tienen unas corrientes de tarado normalizadas, es necesario
elegir la potencia contratada dentro de unos escalones normalizados
de potencia. En este caso se decidió bajar la potencia contratada
de los 8,05 kW a los 5,75 kW, que es la potencia normalizada
superior mas próxima al valor medido.
Teniendo
en cuenta los precios establecidos para el término de potencia en la
Tarifa de Último Recurso, o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor
(como se llama actualmente), el ahorro anual sería el siguiente:
- Precio del término de potencia: 42,043426 €/kW ·año.
- Coste del término de potencia inicial antes de impuestos: 42,043426 €/kW·año x 8,05 kW = 338,44 €/año.
- Coste del término de potencia final antes de impuestos: 42,043426 €/kW·año x 5,75 kW = 241,74 €/año.
- Ahorro anual: 96,69 €/año, para conseguir este ahorro únicamente hay que comunicar a la compañía suministradora el cambio de potencia contratada, no es necesario modificar la instalación, ya que se está disminuyendo la potencia.
- Hay que tener en cuenta no obstante, unos condicionantes a la hora de bajar la potencia contratada. Si la instalación no tiene boletín de instalación, o este está caducado, habrá que obtener uno nuevo, teniendo que recurrir a un instalador eléctrico que la revise, modifique si procede y registre el boletín en la delegación de industria y en la compañía eléctrica. Si el boletín esta en orden, únicamente hay que comunicarle a la compañía el cambio, y pagar un coste de gestión que está en torno a los 10€ + IVA (fuentes para los costes asociados: Ecoserveis; Holaluz).
- Si por el contrario se pretende aumentar dicha potencia contratada, además de tener que comprobar que la instalación y el boletín permiten técnicamente dicho aumento (en caso contrario habría que modificar la instalación y actualizar el boletín para las nuevas corrientes y potencias), habría que abonar otros importes por los siguientes conceptos (Fuente: Iberdrola):
- Derechos de extensión: 17,374714 €/kW + IVA.
- Derechos de acceso: 19,703137 €/kW + IVA.
- Derechos de enganche: 9,044760€ por actuación + IVA.
SUMINISTROS
CON CONTROL DE POTENCIA A TRAVÉS DE MAXÍMETROS
En
los suministros de tarifas 3.0, 3.1 y 6, como ya he explicado antes,
el control de la potencia consumida se realiza mediante maxímetros,
con lo que la obtención de la potencia contratada óptima se
simplifica. Esto es debido a que en este tipo de tarifas la compañía
refleja en las facturas las medidas del maxímetro para cada uno de
los periodos.
Otra
forma de obtener las medidas de los maxímetros es a través del
portal web de la compañía comercializadora de electricidad, en los
cuales además de descargarse las facturas en formato electrónico,
se puede obtener gran cantidad de información adicional sobre el
contrato de suministro.
De
esta forma, las medidas del maxímetro ya dan información suficiente
para analizar la potencia óptima a contratar, sin necesidad de
realizar ningún tipo de medición en la instalación (aunque siempre
es recomendable contar con un medidor de consumo eléctrico o
cualquier otro tipo de sistema de monitorización energética).
Por
lo tanto, se partirá de las medidas de los maxímetros para todos
los periodos de como mínimo un año natural completo. Para ilustrar
este procedimiento, en la siguiente tabla se muestran como ejemplo
las medidas del maxímetro de una instalación con tarifa 3.0 (baja
tensión, menos de 450 kW) para los 12 últimos meses, cuya potencia
contratada actual es de:
- Periodo 1 - Punta: 100 kW.
- Periodo 2 – Llano: 100 kW.
- Periodo 3 – Valle: 100 kW.
Tabla
5: Medidas anuales de maxímetro. (Fuente: Elaboración propia)
|
En
este caso las medidas de los maxímetros que aparecen en las facturas
se corresponden con seis periodos, pero la facturación se hace en
tres. La forma de convertir las medidas a tres periodos es de la
siguiente manera:
- Periodo Punta: Valor máximo de P1 y P4.
- Periodo Llano: Valor máximo de P2 y P5.
- Periodo Valle: Valor máximo de P3 y P6.
Como
se puede apreciar en la tabla, se han representado en color verde las
los valores que son inferiores al 85% de la potencia contratada (85
kW). En este caso todos los valores son bastante inferiores, por lo
que es evidente que la potencia contratada está sobredimensionada.
En
la siguiente tabla se muestra una simulación en hoja de cálculo de
lo que se tendría que pagar por el término de potencia de esta
instalación (antes de impuestos), aplicando las formulas de
facturación para esta tarifa y los siguientes precios (Fuente:
Iberdrola):
- Periodo Punta: 41,40076 €/kW·año.
- Periodo Llano: 24,840455 €/kW·año.
- Periodo Valle: 16,560305 €/kW·año.
Tabla
6: Simulación del coste del término de potencia actual. (Fuente:
Elaboración propia)
|
En
la tabla se han aplicado los precios mencionados para todo un año
natural, pero en la realidad estos precios varían constantemente.
Hasta ahora se actualizaban como mínimo cada tres meses, que es
cuando se revisan los precios de las tarifas último recurso, o cada
año que es cuando se actualizan las tarifas de acceso. A partir de
próximo 1 de abril, la forma de calcular los precios de la energía
cambiará por lo que las variaciones de precios serán mas
frecuentes.
Por
lo tanto, con el patrón de uso de la instalación reflejado por las
medidas de los maxímetros y una potencia contratada de 100 kW para
los tres periodos
el coste total del térmimo de potencia en un año sería de
7.038,13€.
En
la tabla se han calculado igualmente dos valores para cada periodo de
facturación que nos serán útiles a la hora de obtener la potencia
contratada idónea. Se representa por un lado el valor máximo, y por
otro el valor promedio.
- Con los valores máximos de cada periodo, nos aseguraríamos de que nunca hayan penalizaciones por exceso de potencia, pero podría darse el caso de que se siguiera pagando de mas si dicho valor máximo únicamente se da en un mes y el resto del año los valores registrados fuesen inferiores.
- Con los valores medios podemos hacernos una idea de cual es el punto aproximado en el que se encuentra la potencia óptima.
Por
lo tanto para obtener dicha potencia, se procederá a hacer una serie
de iteraciones en la hoja de cálculo modificando para cada periodo
por separado las potencias contratadas de cada periodo desde el valor
promedio hasta el valor máximo para ver con que potencia se obtienen
los mayores ahorros. Los resultados son los siguientes:
Tabla
7: Resultados de la iteración para la potencia contratada óptima en
cada periodo. (Fuente: Elaboración propia)
|
En
las tablas se han representado en negrita los valores promedios,
máximos y los óptimos en los que los ahorros son máximos. En las
siguientes gráficas se muestra de forma visual la evolución de los
ahorros para cada periodo de facturación en función de la potencia
contratada. Se puede apreciar que los valores óptimos de potencia
son aquellos en los que la curva de ahorros tiene su punto máximo,
tanto con potencias inferiores como superiores los ahorros son mas
bajos.
Gráfica
3: Evolución de los ahorros por cambio de potencia para el Periodo
Punta. (Fuente: Elaboración propia)
|
Gráfica
4: Evolución de los ahorros por cambio de potencia para el Periodo
Llano. (Fuente: Elaboración propia)
|
Gráfica
5: Evolución de los ahorros por cambio de potencia para el Periodo
Valle. (Fuente: Elaboración propia)
|
Por
lo tanto, según los resultados obtenidos, la potencia óptima a
contratar para cada periodo serían las siguientes:
- Periodo Punta: 44 kW.
- Periodo Llano: 40 kW.
- Periodo Valle: 25 kW.
Es
interesante mencionar que estas potencias son inferiores a los
valores máximos, lo cual quiere decir que en uno o varios meses la
potencia consumida será superior, y por lo tanto en uno o varios
meses se cobrará una penalización por dicho exceso. Pero en el
computo total anual, dicha penalización quedará compensada con la
menor facturación del resto de meses, siendo mayor el ahorro al
final de año.
Por
lo tanto, el nuevo importe a pagar por el término de potencia
obtenido con la modificación de potencias sería el siguiente:
Tabla
8: Simulación del coste del término de potencia optimizado.
(Fuente: Elaboración propia)
|
Comparando
este importe con el obtenido antes de modificar las potencias se
obtienen los siguientes ahorros:
- Coste inicial del término de potencia: 7.038,13 €/año.
- Coste final del término de potencia optimizado: 3.054,22 €/año.
- Ahorro total obtenido: 3.983,91 €/año.
Aún
teniendo que pagar el coste de gestión para disminuir la potencia
contratada, los ahorros son muy interesantes, de casi 4.000€
anuales sin tener que modificar la instalación.
En
el caso de los suministros con seis periodos (tarifas 6) el cálculo
de los ahorros no se puede hacer de la misma forma, ya que los
excesos de potencia se calculan de forma distinta (tal y como se ha
explicado al principio de este artículo), y sería necesario tener
las medidas cuartohorarias de todo el año (las cuales se podrían
obtener si la instalación contase con un medidor de consumo
eléctrico). No obstante, este procedimiento en base a los valores
cuartohorarios máximos mensuales puede ayudarnos a hacernos una idea
de en torno a que valores rondarían las potencias óptimas.
CONCLUSIONES
En
este artículo se ha podido ver cual es el potencial de ahorro que
puede tener la optimización de la potencia contratada, así como las
formas de obtener dichas potencias óptimas y de calcular los ahorros
que generarían. Dependiendo de como se utilice la instalación y
de cual sea la potencia contratada actual, las posibilidades de
ahorro pueden ser muy interesantes, especialmente en aquellos
casos en los que la potencia contratada sea la que se calculó en la
fase de diseño de la instalación, ya que en ese momento no suele
tenerse un conocimiento muy exacto de como se va a utilizar la
instalación.
Es
importante tener en cuenta, que el cálculo de ahorros en base a
las lecturas de los maxímetros únicamente es válido y real siempre
y cuando los valores de los maxímetros sean reales y estables.
Eso quiere decir, que si se modifican las potencias contratadas
siguiendo este criterio, y mas tarde se modifica la instalación
(ampliando o reduciendo maquinaria) o se cambian los patrones de uso
(modificando los horarios de uso), los cálculos se invalidarían, ya
que se basan en los históricos de medidas de los maxímetros.
Es
por ello que para hacer este tipo de cálculos se recomienda tener la
mayor cantidad de información posible, como mínimo de uno o dos
años, para ver si los patrones de uso son constantes.
También
es importante tener en cuenta que la continua evolución de los
precios hace que sea muy difícil obtener una predicción de ahorros
que sea real, ya que durante el mismo año los precios del término
de potencia pueden modificarse varias veces. Pero teniendo en cuenta
la evolución en los últimos años, los precios no han hecho mas que
crecer, la optimización de la potencia contratada será siempre
interesante.
Otro
punto importante a mencionar es el hecho de que a partir del pasado 1
de agosto del 2013, con la modificación de las tarifas de acceso y
de los precios de las tarifas de último recurso, hubo un importante
cambio de tendencia en los precios de la energía. Analizando los
precios de las tarifas de último recurso la evolución de los
precios fue la siguiente:
- Modificación de precios del 1 de agosto del 2013:
- El término de potencia incrementó su precio un 62%.
- El término de energía disminuyó su precio un 11%.
- Modificación de precios del 31 de enero del 2014:
- El término de potencia incrementó su precio (otra vez) un 17,9%.
- El término de energía disminuyó su precio (otra vez) un 6,8%.
Esto
quiere decir por un lado que el término de potencia gana peso en el
importe total de la factura, y por lo tanto el importe fijo a pagar
en la factura será mayor, haciendo que todo lo que se pueda bajar la
potencia contratada implicará mayores ahorros. Por el otro lado,
implica que al bajar el precio del término de energía, cualquier
medida de ahorro que se lleve a cabo para reducir el consumo de
energía, tendrá un impacto menor sobre la factura, y por lo tanto
las amortizaciones de las inversiones a realizar serán mas altas.
Espero
que este artículo os haya parecido interesante, espero vuestros
comentarios y opiniones.
Saludos
a todos
Fuentes
empleadas: